El estrés y la ansiedad, actúan en nuestro organismo de una forma negativa y nos producen sentimientos que no nos gustan. A menudo apagamos rápidamente esta ansiedad, insatisfacción o estrés, con alimentos, ya que es una forma rápida y satisfactoria de calmarnos.
El detonante de esa situación podría ser:
Toda esto hace que en nuestro cerebro se active un eje que se llama Eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenocortical). Con ello, hay un aumento de dos hormonas que se llaman CORTISONA E INSULINA. Estas hormonas mantenidas y aumentadas en el tiempo, provocan que:
Cuando comemos impulsivamente sin paramos a pensar antes de actuar, lo que estamos haciendo es comer emocionalmente.
Localiza el origen de esa ansiedad y ese estrés que tienes y que te está provocando comer de forma compulsiva. No es normal tener hambre enseguida después de comer. No puede ser que quieras dulces, galletas, chocolate… siempre.
Conecta con tu estómago cuando te provoque todas estas ganas de comer compulsivamente.
Pregúntate, si estás conectada y presente con tu cuerpo. Escucha las señales que te está dando.
Además de identificar aquello que nos produce esta ansiedad y trabajarlo con ayuda (si es el caso), lo siguiente que habría que hacer es pensar si tenemos una alimentación equilibrada en general.
Nuestro menú de todo el día se basa en 50% de verduras y frutas, un 25% de arroz, pasta, pan, patata, boniato o cualquier cereal y el 25% de proteínas (huevos, legumbres, pescados y carnes magras).
Si no hay un equilibrio en la alimentación, y existen carencias nutricionales, es normal que se produzca ansiedad y el cerebro te pida comer dulce y cosas con grasa.
Piensa cuando vas a un sitio de comida rápida y pides una hamburguesa con patatas y refresco. En el momento, te sientes llena, plena, sin embargo, a tu cuerpo le seguirán faltando fibra, minerales, vitaminas y en seguida tendrás hambre otra vez, porque no has escogido una alimentación equilibrada y tu cuerpo te está pidiendo que le des esa gasolina adecuada para poder aguantar el duro día, y sentirnos con fuerzas.
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Empieza a dejar la comida emocional con estos consejos:
Los nutricionistas os podemos ayudar en este proceso, sin prisa, trabajando pequeños objetivos y adaptándolos según las necesidades.
Recuerda que: “No es una competición, es una carrera de fondo”.
Tania González Penadés es Dietista-Nutricionista nºCol CAT001452, diplomada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en alimentación natural y energética.
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