#2 Diciembre-Enero 2023

Autoinmune
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MEJORA TU SISTEMA INMUNITARIO

por Fabiola Martínez

Nuestro organismo cuenta con un gran mecanismo de defensa para protegernos de agentes extraños o antígenos como las bacterias, virus o parásitos. Hablamos del sistema inmunitario, una barrera natural que no se estructura como un órgano único centralizado, sino que es un sistema que abarca la piel, mucosas, la saliva, la microbiota o flora intestinal o las enzimas de las lágrimas. Los principales componentes del sistema inmunitario son los glóbulos blancos, los anticuerpos, el sistema linfático, el bazo, el timo y la médula ósea.

Algunos de los factores que disminuyen nuestras defensas y afectan al sistema inmunitario son el estrés, el sueño de mala calidad, una alimentación inadecuada o desequilibrada, el uso de determinados fármacos, la exposición a sustancias tóxicas o incluso la falta de ejercicio.

¿Cómo podemos reforzar nuestro sistema inmunitario?
Te recomendamos 4 minerales imprescindibles que te ayudarán a fortalecer las defensas:

EL ZINC

Su deficiencia afecta directamente al sistema inmunitario y es un cofactor para la acción de diversas enzimas. Lo encontramos sobre todo en el pescado, la yema de huevo, las ostras y las carnes. Entre los vegetales, son ricos en zinc el germen de trigo, las semillas de sésamo y calabaza, los cereales integrales y las legumbres.

EL SELENIO

Estabiliza las membranas de las células inmunitarias al intervenir en el mantenimiento de su estructura. Además, forma parte de las enzimas que participan en la activación de algunas células inmunocompetentes y participa en el proceso de liberación de numerosos factores implicados en la respuesta defensiva.

Es el oligoelemento más influyente en la función inmune y se puede encontrar en los cereales integrales, carnes y pescados.

EL COBRE

Es importante consumirlo porque su déficit conlleva alteraciones en los linfocitos, en la producción de anticuerpos y en la eficacia de los mecanismos de destrucción de microorganismos. Lo encontrarás en frutos secos, los mariscos, las ciruelas y pasas, o en legumbres.

EL HIERRO

Su déficit puede producir una disminución de la capacidad bactericida de los neutrófilos, y también influye en la síntesis de proteínas, algunas de ellas fundamentales en la respuesta defensiva. Pero no hay que consumirlo en exceso porque incrementa el poder patógeno o lesivo de los gérmenes, lo que eleva el riesgo de sufrir infecciones y de disminuir el número de linfocitos T y la actividad de otras células citotóxicas. Por eso es importante consultar con un nutricionista, la cantidad que debes ingerir según tu caso particular.


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